El cerdito Jamones
estaba tomando el sol en su hamaca, como cada domingo por la mañana. De pronto,
escuchó….
- --
¡¡ Socorro!!, ¡¡ socorro ¡!
Él pensó… “ ¿quien
será quien necesita ayuda ? Y empezó a correr hacia el césped, a pesar de que
él nunca había pisado la hierba, puesto que era muy alta y le daba miedo
perderse en ella. Valiente el cerdito Jamones, se decidió a ir en ayuda de la
persona que gritaba socorro.
-
-- Yo voy a salvarte, querida amiga Anacleta….
La persona que pedía ayuda era su amiga
mariposa Anacleta. Se había enganchado en una red que alguien había puesto
sobre el cerezo, para que los pájaros no se comieran las cerezas. El Cerdito Jamones, entró en el césped,
pero por más que buscaba, no encontraba a su amiga. La llamaba: “ mariposa
Anacleta , mariposa Anacleta… ¿ dónde estás ? La buscó en una planta muy
frondosa, pero no estaba allí;
la buscó en el rosal, pero no la
encontraba. Entonces se subió a unas rosas rojas muy bonitas que estaban muy
muy altas. Jo qué cansado estaba… desde allí arriba se divisaba todo el jardín
y hasta la piscina.
Entonces miró a su
derecha y allá a lo lejos vio a su querida amiga Anacleta, enredada en la red. Pobrecita, pensó, se está rompiendo las alas y entonces ya no podrá volver a
volar….
Salió corriendo en
su busca, pero no podía llegar tan alto…. Ya estaba casi desesperado, cuando de
pronto, apareció Colorín, un
pajarillo, amigo suyo.
--“ Colorín, Colirín, por
favor, ayúdame a salvar a Anacleta “…. Entonces, el Cerdito Jamones, se
subió a la espalda de Colorín, y
este empezó a subir y a subir hasta llegar a Anacleta.
Entonces, con mucho
cuidado consiguieron liberar a Anacleta, que empezó a volar, alegre y contenta. Sus alas estaban bien y podía volar sin dificultad.
Bajaron todos al
suelo y se dieron un abrazo muy grande. La amistad entre ellos, había
conseguido que el cerdito Jamones pudiera ayudar a su amiga Anacleta.
por Alicia García Linares
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