Un día al cerdito Jamones se le ocurrió buscar el mejor
restaurante del mundo y viajó por todo el planeta, recorriendo todos los
países. Estuvo en China, en Perú, luego fue a México, llegando incluso a
visitar a los esquimales en el Polo Norte.
Pero ninguno de los restaurantes que visitó le pareció
perfecto, en uno la comida era muy picante, en otro sólo servían insectos,
incluso en algún país ¡quisieron comerle a él!
Cansado y desilusionado, decidió volver a casa, a Rivas
Vaciamadrid y, cuando menos lo esperaba, se encontró con un restaurante muy
chulo llamado “Restaurante Barriguitas”.
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Buenos
días, dijo Jamones.
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Pase,
pase, le contestó, muy amablemente, una cocinera con un gorro de colores.
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¿Podría
merendar algo?
-
Claro
que sí, aquí lo va a pasar muy bien.
Sin darse cuenta pasó allí toda la tarde, hizo grandes
amigos y la comida fue muy buena.
Cuando se acostó pensó que, muchas veces, creemos que lo que
está lejos es mejor que lo que tenemos cerca de casa.
Alba Mohedano Cabanillas
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