Nuestro amigo cerdito Jamones estaba triste
porque no sabía hacer pulseras de colores. Entonces, le pidió ayuda a Lucía.
Ella le enseñó a hacerlas, y entre los dos hicieron muchas, de diferentes
tamaños y colores.
Un día, a Lucía se le ocurrió una idea, y le
dijo a cerdito Jamones:
-
¿Y si las vendemos?
-
¡Vale! –contestó Jamones-. Pero…
¿Qué haremos con el dinero que ganemos?
-
Podríamos comprar un perro –dijo
Lucía.
-
¡Qué buena idea! Siempre he
querido tener un perro.
Comenzaron a venderlas a sus primos, tíos,
abuelos, amigos y profesores, y con el dinero que consiguieron se fueron a una
tienda de animales y pudieron comprar un perro muy bonito.
Cuando salieron de la tienda, cerdito Jamones
dijo:
-
¿Cómo le vamos a llamar al
perrito?
-
Le llamaremos… ¡¡¡¡SANCHO!!!!
-
¡Qué nombre más bonito!
Y desde ese día Lucía, Sancho y cerdito
Jamones pasaron unas aventuras extraordinarias…
por Lucía Miguel Valverde
como mola me encanta !!!!!! SANCHO ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarcomo mola me encanta! Sancho!!
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